Un día o una noche en el paraíso

Paraíso? Hmm lo único que se me ocurre cuando pienso en eso agua, mucha agua azul, una playa desierta con una sombrilla (que no es de marca Coca-Cola) y yo debajo con un daikiri en la mano... ohhh vida... y ahora suena el despertador.

Hora de levantarse, de ir a clase o de ir a trabajar, de pegarte el día rodeado de amigos, no tan amigos, los que ni siquiera nombras y los jefes. Bueno, no es la vida cruel??

A estas horas, recién llegada de trabajar, dedico mis escasas horas de sueño restantes a escribir unas lineas estoy a exactamente 6,32 horas de que mi despertador suene y me entren ganas de tirarlo contra la pared para no oirlo más, conclusión 1, tendré que comprar uno nuevo, conclusión 2 gastaré parte de mi nómina en invertirlo en un despertador que utilizo para despertarme a trabajar, conclusión 3, mi arrebato de ira no tendrá más solución que derrochar unos centimos en los chinos para comprar otro despertador, lo que aún me inducirá a más ira y entonces podré decir que me he despertado con el pie izquierdo. No es la vida cruel?

En fín, optaré por apagar el despertador como el resto de los mortales, del botón que a oscuras nunca encuentro :S

Ohhh como saborearé ese momento en el que yo sea la jefa!!! Oh sí! Llegará entonces mi reinado del terror já já já já (risa frívola).

Se puede ser un jefe legal y a su vez amigo?? La respuesta es sencilla, NO. Y la ecuación es la siguiente:
- Si eres el típico jefe amigo, tus empleados no te respetan, no tienes autoridad, por conclusión eres el jefe pero tienes que hacerlo todo tú solito con tus dos manitas, cual es la moraleja? que un día te levantas te miras al espejo y dices pringao que eres un pringao!

- Si eres el típico jefe dictador, tus empleados te odian, y algunos ni siquiera te respeten. Te ponen verde de arriba abajo hasta que estás morado. Todo el mundo obedece, sí, pero pasan de tí y de lo que tengas que decir, así que hasta que acaban artos de aguantarte y se piran y te dejan con el fregao ahí. Así que te levantas un día por la mañana y te miras al espejo y dices, pringao que eres un pringao!

- Si eres el raro (pero muy raro) jefe que impone autoridad pero es legal y te deja espacio para que no te agobies.... pues bien es la fórmula exacta para que tus empleados te respeten, no te tengan miedo ni odio, confíen en contarte cotilleos y así cuando te levantes una mañana y te mires al espejo dices, bueno otro día más en el paraíso!

Y es ahí donde quiero llegar yo!!!! Quiero que mi trabajo sea mi paraiso. Mi territorio, mi isla desierta, sea mi negocio!

Bueno ahí queda esa pequeña paranoia de última hora.

Así son las cosas y asi te las he contado.